6 de junio de 2009

filosofía mundana (feliz)

Querido sábado,

¡Cuántos días sin actualizar! La verdad es que he tenido tiempo pero lo he invertido en otras cosas como por ejemplo en Yago. Sí, así se llama el vecino que ahora lo de vecino ya lo podemos reemplazar por mi amigo íntimo.

Anoche fuimos a cenar con Carlos, Mario y unos amigos más y hice la presentación oficial. No les dije "hola, este es Yago y salimos juntos", sólo dije "Os presento a Yago , un amigo" y Mario me miró giñándome un ojo y yo le sonreí; esto fue suficiente para ahorrarnos todas las oficialidades.

Fue genial la noche con ellos y es que Yago es genial.
Con él he vuelto a mojarme bajo la lluvia sonriendo y saltando en los charcos.
Él me ha demostrado que no hace falta ser dos almas gemelas para compartir una naranja que se partió seguramente cuando nacimos.

Después de cenar fuimos a bailar y mirándomelo en medio de la pista mientras miraba como se acercaba a mi con un par de vasos en la mano pensé en Al, en las veces que habíamos salido de fiesta juntos, que habíamos compartido vasos, bailes, sonrisas pero nunca besos y con Yago no iba a ser así. Impulsada por una espontaneidad que hacía tiempo se había escondido por mis adentros me lancé a sus labios repitiéndome que a éste no lo iba a perder por ser idiota y me miró con sus ojos azules haciendo desaparecer toda la gente y elevándome a niveles estratoféricos.

Me fui al baño, me miré al espejo y me sonreí a mi misma. Cuando salí me encontré a Jan, el primo de Al que tambien sale de vez en cuando con nosotros y es gay. Su frase clave fue "Oye, se que no debería meterme pero quiero que sepas que Al nunca será consciente de lo que se ha perdido al dejarte escapar pero tú no dejes perder a ese metro noventa de que enamora con la mirada. ¿Por casualidad no tendrá un hermano gemelo para mi verdad? está pá comérselo" y despues de un hartón de reir volvimos a bailar mientras Yago apartaba las lagartas que le acosaban y yo me creía la mujer más afortunada del mundo.

Esta mañana, cuando nos hemos despertado me ha preguntado por Al y le he dicho que ya le contaría otro día la historia, ahora no tengo ganas de pensar en él porque me duele pensar que no nos hablamos.
Yago se ha levantado y ha ido a poner música y a preparar algo para comer y yo mientras soy incapaz de desengancharme la sonrisa que se me cosió la semana pasada.

No hay comentarios: