17 de mayo de 2009

filosofía mundana (el de márketing y la bronca)

Querido domingo,

Esos ojos negros del de márketing tan solo se me han clavado un día mas, el viernes, cuando subí a su despacho y no creo que se atreva a volver a pararse en mi planta.

Hace un par de meses en una fiesta de esas en que la gente se empeña a relacionarse con sus compañeros de trabajo se nos acercaron un grupo de los de márketing, los que se creen los más guaperas y van con el cuello de la camisa levantado y vale, a parte de algún que otro del servicio de mantenimiento, tienen su atractivo con esos trajes caros y más cuando se los quitan a las 6 de la mañana borrachos en su casa mientras te bajan la cremallera del vestido rojo de Chanel que soñaste desde que tenías 10 años y que por fin te pudiste comprar a cambio de no comprarte ropa durante dos años, y al cabo de dos horas te levantas para volver al trabajo y te encuentras con el error tumbado a tu lado. Recoges todo lo que intuyes que es tuyo del campo de batalla y te largas cerrando la puerta y acabando la frase que te gritan desde lejos "espera, podemos desayunar..."

Como yo no suelo trabajar en la oficina no nos encontramos hasta el siguiente sábado por la tarde que me pasé a buscar unos proyectos y me lo encontré en el ascensor con su traje y colonia de Armani, zapatos de Sebago y esa mirada italiana que le dió al stop 10 minutos y una razón de trabajar los fines de semana controlando las cámaras, al de seguridad.

Hubo más encuentros por los pasillos, el ascensor y hasta en otra fiesta pero le ignoraba y él insistía hasta que se me declaró(lo de la carta del otro día). Entonces a final de semana subí a su despacho y le dije que lo nuestro era un amor imposible y que mi novio le vendría a explicar con otras palabras si no lo entendía. En ese momento me llamó el vecino haciéndose pasar por mi pareja y no sé muy bien qué le dijo pero de momento no ha vuelto a aparecer en mi vida.


Ayer vino Al a tomar café y le abrí la puerta; después de tanto tiempo sin hablar con él necesitaba actualizarle mi vida y le hablé del vecino, de como nos conocimos, de las tardes y alguna que otra noche que compartimos y de la vuelta de mi felicidad con una persona como él tan cerca aunque no hiciese mucho que nos conocíamos y así durante una hora.

La respuesta de Al fue contundente.

-"No te merece.
No sabe cuándo sonríes porque algo te hace gracia o cuando lo haces por cumplir.
No sabe cuándo pones ojos de gatita y cuando miras analizando todo lo que pasa a tu alrededor.
No sabe que te hacen gracia las rosas azules y que no tienes ni idea de cocinar.
No sabe lo rápido que te enfadas cuando estás pre-menstrual y no te tomas una fanta de limón.
No sabe que le echas dos cucharadas y media de azúcar al café porque no soportas que se quede amargo.
No sabe que a veces te pasas de borde sin querer.
No sabe que la nariz se te poner roja en cuanto hace un poco de frío, ni que te gusta el cine irlandés.
Seguramente no valora tus sueños porque a todo el mundo le gusta viajar pero seguro que os gusta viajar diferente. Tus viajes son apasionantes, los suyos son de negocios.
No sabe nada de ti"

-¿Quieres decir que nunca sabrá tanto de mí como sabes tú? Porque yo creía que también sabía todo de ti hasta que me encontré una nota en tus apuntes de mates. ¿Te acuerdas? ¿Recuerdas ese código que solo yo sería capaz de descifrar algún día y que nunca me comentaste? Pues lo encontré y lo resolví y quería decirte que yo también te quería en esa época que ibas de flor en flor y pensaba que nunca te fijarías en mí.Así que me querías...Bien, pues lo perdimos todo por ser dos capullos y yo no quería volver a perderte pero parece ser que encontraste alguien que mejor para ti. Y ahora cuando te cuento que yo también rehago mi vida me vienes con que no sabe nada de mi...

Y se largó.

1 comentario:

marina dijo...

Simplement genial!!
Ets un crack!