17 de julio de 2011

filosofía mundana (adiós Juan)

Querido domingo,

Mañana es el último día de Juan en el trabajo. La semana pasada decidieron que había que recortar plantilla y le ha tocado. Después de trece años de pasión y entrega le han dicho que, "sintiéndolo mucho", no hay más. Entró como becario a los 20.

Ayer le hicieron una fiesta de despedida. La gente reía, bebía, bailaba pero en el fondo era como un funeral, otro más caído en combate y me pareció curioso como se pasaba de la alegría al llanto cada vez que Juan se acercaba a alguien.

Yo lo conocía más bien poco. Estas últimas semanas habíamos compartido un proyecto y me pareció un chico profesional, con las ideas claras y una sonrisa envidiable, sin mujer ni hijos porque no tenía tiempo más allá de viajar y hacer proyectos y a pesar de su despido estaba convencido que en menos de un mes encontraría otro trabajo. Estuve toda la tarde pensando en él. ¿Qué haría yo si me echaran? Era como él, desde que salimos de la universidad no habíamos tenido más problemas que progresar dentro de la empresa y pasar por encima de los que decidían formar una família, no arriesgarse, quedarse con un sueldo razonable para siempre.

Somos incansables, insaciables, no nos importa nada ni nadie más allá de nosotros, no vivimos para mantener a nadie, trabajamos porque nos gusta, disfrutamos cuando las cosas salen bien pero también cuando a los otros les rechazan sus proyectos.

Llamé a Al y me fui a cenar a su casa. Le hablé de Juan, de todo eso que soy y que no estoy segura de quererlo ser a lo que me preguntó:

- Tú ya eras así antes de trabajar. Te recuerdo perfectamente en la universidad luchando por lo que pensabas que era lo mejor para ti, tanto si era aprobar una asignatura o dejar en ridículo a un compañero estúpido.

- Ya pero apenas veo a mi madre y la familia y a ti, bueno, cuanto hacia que no nos veíamos, ¿4 o 5 días? ¿Esto es una relación? ¿Por que estamos juntos?

- Porque yo soy igual que tú, porque no podemos vivir con alguien normal. Estoy contigo porque ahora mismo no sabría estar con nadie más y prefiero verte poco que no verte nunca.