12 de agosto de 2008

martes

Querido martes,

Reconozco que últimamente los viernes no los uso para escribir y por eso tengo que emplear cualquier dia de la semana para hacerlo y eso pues me molesta porque antes solo quería los viernes y ahora tengo que decir “querido” a todos los días de la semana. También, si tenemos en cuenta que estoy de vacaciones no hay ningun echo que me diferencie los viernes del resto de la semana y por lo tanto son todos los días igual de válidos...bien, el caso es que hoy somos martes, querido o no, y que estoy en crisis.

Yo detecto las crisis mucho antes de que aparezcan e intento disimularlas, pero ahora estoy metida en una y no se puede ni tapar con mantas. El caso es que es una crisis pasajera y tampoco me agobia mucho porque me parece que el tiempo ha echo que la catástrofe se hiciera más asequible al razonamiento humano y me ha permitido no echar a llorar. Ya no tengo príncipie azul. Aunque me da la sensación que ya hace mucho que me quedé sin él. Nuestra relación empezó basándose en una estrechísima amistad que hizo surgir algo más pero el tiempo acabó con la pasión y con el deseo y nos ha devuelto a la amistad. Espero y suplico que este regreso no nos haga mucho daño, solo un poquitín si puede ser.

La verdad es que estaba un poco ahogada con esta relación y yo no me suelo ahogar con nada así que lo mejor es tirar tierra al asunto y volver a recuperar mi vida de antes. No es que fuera la fiestera del siglo, ni que tenga un sexappeal irresistible pero me merezco volver a subir al trono de mi estatus social pasando de medio (actualmente) a medio-alto (el de siempre). Demostraré que puedo estar desconectada del mundo durante meses y volver cuando me plazca sin sufrir secuelas graves, algun detalle leve me perderé pero tampoco soy Dios y no puedo estar en todas partes. Ya me imagino mi regreso, todas las calles a petar de gente, confeti, globos, todos chillando “eres la mejor!eres la mejor!” y yo paseando por medio de una gran avenida saludando a todos los cohabitantes del mundo...¡qué aires de grandeza! El caso es que no será así. Será una cena íntima, con tres de mis cuatro mejores amigos y confidentes, en casa del mayor de ellos, hablaremos, haremos un par de bromas y miraremos pelis o series de las que molan de verdad (La familia Adams,Monty Python, el musical Hair o Rent, Sospechosos Habituales, Drácula, Something to talk about, Sueños de seductor, etc). Nadie hablará de “mi tema” sin que yo quiera decir algo, haran como si nunca hubiera estado desconectada, me trataran como siempre aunque en algun que otro momento todos me habran echo un guiño de bienvenida.


Estos momentos son los que me recuerdan como soy y como me encanta ser.







3 de agosto de 2008

ser diferente

Empieza a ser costumbre mirarme la punta de los pies y no es por miedo a andar torciéndolos, sino que al andar cabizbaja me resalta esta parte. No tengo problemas de nuca. Tengo problemas de alma y esto duele mas.

Me cuesta seguir ritmos que antes seguía sin mirar, otros ya los he perdido y me da miedo pensar que ya no volverán, algunos aun dan señales de vida, más allá de mis fronteras, negándose a perderme o a dejar que me pierda sola; otros ritmos son inalcanzables y los que puedo seguir no me llenan. Necesito parar, pensar, respirar i decidir. Mis pies bailan ritmos que no estan marcados. No siguen, no acompañan, no brillan, solo marcan a lo bajito para no despertar, para no destacar y no es que no les guste destacar. No les gusta destacar así, ni aquí.

No soy como vosotros y a mi si que me importa. Lo que antes me daba un toque característico ahora me ahoga.

Me gustaría ser como ellas, ir a bailar, salir, correr por las calles gritando que somos las reinas y que nos comeremos el mundo pero ya no lo hago, ahora me cansa, me aburre.

Me gustaría ser como los otros, los que no gritan que son los mejores pero se lo creen y les hacen creerselo, los que tienen fans que cada día les repiten que son muy buenos pero yo no necesito a nadie que me halague, me cansa y me convierte en un ser despreciable que no tiene ideales propios y eso, nunca.


Así que, ¿ser diferente es quedarse en casa los fines de semana mirando la tele y comiendo litros y litros de helado? ¿ser diferente es ir con caras largas, no hablar con nadie en todo el día y decir "que bien se esta en vacaciones"?

Pues me cago en el día que decidí ser diferente!!!



Esta no es la entrada que venía pero no he podido evitarlo.