24 de junio de 2009

filosofía mundana (Yago Jr.)

Querido miércoles,San Juan.

Esta tarde hemos vuelto de Nueva York.
Increíblemente de ensueño aunque me duermo por las esquinas porque esto del jetlag cansa a quien sea.
He pasado unos seis días de lo más surrealistas y lo mejor, sin duda a sido conocer a Yago Jr.
Yago es un diamante en bruto de 6 años que habla tres lenguas indistintamente con la fluidez de las lenguas maternas. Juega a baloncesto y a béisbol y de éste último le llevé el sábado al partido. Su padre aprovechó para trabajar un poco (ya que estábamos allí se pasó por la oficina) y su madre, Michelle me dejó que me lo llevara mientras ella se quedaba con su pequeño Paul, hijo de su pareja actual. Confieso que me sentí bien llevando a Yago al partido, con los bocatas para después, aplaudiendo con todos los padres y animando al "mío" cada vez que me buscaba por las gradas. Supongo que esto es algo parecido a ser madre pero aun así no lo quiero. Cuando acabó el partido nos fuimos a comer a un parque y le conté mi vida y él me contó lo que pudo de la suya, el colegio, los amigos, la familia, como si se tratara de dos adultos nos hicimos guiños de complicidad y me hizo prometerle que volvería a aparecer en su vida. Eso me gustó. Nunca nadie me había pedido volver a aparecer. Mucha gente dice "espero volver a verte" pero no "vuelve a aparecer en mi vida". Le abracé y me lo devolvió con un "no me seas ñoña!" y empezó a correr para que le siguiera.
Yo nunca prometo nada porque las promesas son juramentos absurdos pero con él hice una excepción y no sólo le prometí volver en su vida sino que le dejé la puerta abierta para que él entrara en la mía.

18 de junio de 2009

filosofía mundana (viajar juntos)

Querido jueves,

Hoy que el tiempo aprieta y las nuves ya parecen haber despejado el cielo para una eternidad me atrevo a declarar mi corazón insolvente a la hora de hacer la delcaración de la renta amorosa. Y es que me entra el miedo del no no saber o el no hacer bientípico del pretérito imperfecto de mi vida. Yo, que no dudaba nisiquiera del azar me veo mirando a Yago desde mi ventana detrás de las cortinas intentando espiar que hay bajo el toque mágico que cuando nació alguien le dió y no veo defecto alguno. Me asusto al pensar que éste puede ser para siempre porque yo nunca he tenido nada "para siempre" y él parece estar hecho con un material indestructible que es imposible echar de mi vida. Pero tampoco sé si lo quiero para siempre, ni tan siquiera sé si lo quiero echar.

Ahora repaso la costura de la cortina repitiéndome que las estupideces más grandes se hacen por amor y pensando que será eso lo que nos une mientras encargo dos billetes para Nueva York y le escribo en un papel en blanco en forma de avión que entrará por la ventana de su habitación "Cójete una maleta para 6 días y preséntate mañana a las 8 de la mañana en la terminal C. Te espero" y sé que él no preguntará nada, ni se planteará dejarme.Él vendrá y viajaremos juntos. El primer viaje que haré en pareja.

6 de junio de 2009

filosofía mundana (feliz)

Querido sábado,

¡Cuántos días sin actualizar! La verdad es que he tenido tiempo pero lo he invertido en otras cosas como por ejemplo en Yago. Sí, así se llama el vecino que ahora lo de vecino ya lo podemos reemplazar por mi amigo íntimo.

Anoche fuimos a cenar con Carlos, Mario y unos amigos más y hice la presentación oficial. No les dije "hola, este es Yago y salimos juntos", sólo dije "Os presento a Yago , un amigo" y Mario me miró giñándome un ojo y yo le sonreí; esto fue suficiente para ahorrarnos todas las oficialidades.

Fue genial la noche con ellos y es que Yago es genial.
Con él he vuelto a mojarme bajo la lluvia sonriendo y saltando en los charcos.
Él me ha demostrado que no hace falta ser dos almas gemelas para compartir una naranja que se partió seguramente cuando nacimos.

Después de cenar fuimos a bailar y mirándomelo en medio de la pista mientras miraba como se acercaba a mi con un par de vasos en la mano pensé en Al, en las veces que habíamos salido de fiesta juntos, que habíamos compartido vasos, bailes, sonrisas pero nunca besos y con Yago no iba a ser así. Impulsada por una espontaneidad que hacía tiempo se había escondido por mis adentros me lancé a sus labios repitiéndome que a éste no lo iba a perder por ser idiota y me miró con sus ojos azules haciendo desaparecer toda la gente y elevándome a niveles estratoféricos.

Me fui al baño, me miré al espejo y me sonreí a mi misma. Cuando salí me encontré a Jan, el primo de Al que tambien sale de vez en cuando con nosotros y es gay. Su frase clave fue "Oye, se que no debería meterme pero quiero que sepas que Al nunca será consciente de lo que se ha perdido al dejarte escapar pero tú no dejes perder a ese metro noventa de que enamora con la mirada. ¿Por casualidad no tendrá un hermano gemelo para mi verdad? está pá comérselo" y despues de un hartón de reir volvimos a bailar mientras Yago apartaba las lagartas que le acosaban y yo me creía la mujer más afortunada del mundo.

Esta mañana, cuando nos hemos despertado me ha preguntado por Al y le he dicho que ya le contaría otro día la historia, ahora no tengo ganas de pensar en él porque me duele pensar que no nos hablamos.
Yago se ha levantado y ha ido a poner música y a preparar algo para comer y yo mientras soy incapaz de desengancharme la sonrisa que se me cosió la semana pasada.