27 de septiembre de 2009

filosofia mundana (¿dudas?)


Querido sábado,

Hoy estoy en casa de mamá.
He venido a pasar el fin de semana sin excusa alguna. El viernes por la tarde me planté en su puerta y no hizo falta que le dijera que estaba huyendo. ¿De qué? Pues el viernes pensaba que de Yago y sus inoportunas preguntas, gestos, miradas. Hoy pienso que de mi misma, de mi falta de sinceridad, de mi absurdo ego, de mi inexplorado mundo de mentiras y farsas. Y es que nisiquiera sé qué mundo es el que quiero.

Quería compartir mi vida con Yago porque era lo mejor que tenía mano.Cuando lo tuve, lo deseé. Antes sólo había deseado mi pequeño piso en el centro, a Ágatha, Adam, Kiara, San y los otros, sólo quería lo que tenía, LIBERTAD.
Ahora no sé si soy yo la que me la veto, no sé si de verdad me estoy ahogando en un vaso de agua o en menos, en un vaso de chupito.

Quizás Yago no tenga la culpa de nada. O la puede tener de todo. ¿Si soy feliz con él? Claro, pero es una felicidad distinta a la que tenía antes. Es cambiar el YO por el NOSOTROS y esto nunca lo he sabido hacer bien. Ahora parecía que empezaba a funcionar pero no se puede tener lo bueno de los dos mundos, no se puede ser primero YO y luego nosotros porque entonces (por lo que me he dado cuenta) el mundo se desmorona.

No creo que sea inmadurez, como me dijeron Ágatha y mamá en la cena de ayer es falta de compromiso. Sí, será eso, soy incapaz de comprometerme con nada que no sea yo.
¡Pero es que es tan difícil! Sacrificio me dijo mamá que es lo que se tenía que hacer para lograr lo que de verdad se quiere. Yo ya me sacrifico para tener lo que deseo. Me sacrifiqué con una hipoteca para tener MI piso, sacrifiqué muchas horas para lograr el trabajo y el sueldo que tengo.

Le quiero. Le quiero hasta la médula pero el día que me hagan escoger entre él o mis viajes, mis aventuras, mi vida no lo dudaré. Un vuelo a Berlin.









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