4 de enero de 2010

filosofía mundana (soy mi capitana)

Querido domingo,

He vuelto de mi ausencia por el mundo, de los paseos por las calles nevadas de Dublín mientras también nevaba en mi vida y doblaba las esquinas de las dudas.
Me ha dado tiempo de pensar en todo, de desesperar, de llorar y de reír, de coserme las heridas de Yago, de reabrir las de Al, de sentirme sola en medio de la soledad y de conocer gente que vistiendo una sonrisa me invite a compartir su fin de año. "Nadie debería oir las doce campanadas solo" me dijeron entre cervezas, vino y excesos.

Y entre sábanas de albergues, almohadas de piojos y ceniceros de ideas decidí que mi vida seguía siendo mía, que el libro del abuelo tendría un final y que ni el mayor de los latidos de mi corazón cojerían el rol de capitán.

y me volví.

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