7 de agosto de 2009

filosofía mundana (peces)

Querido jueves/viernes,

Es tarde, se me están empezando a derretir las uñas de los pies con esta temperatura propia de un horno y me siento sola.

He puesto la radio para no oír mi respiración. De vez en cuando se oye un ligero "blup.blup" que sumerge de las profundidades de la pecera de la mesita del lado del sofá. Y es que el miércoles me compré peces. Cinco. Dos rojos y tres naranjas. Los rojos se llaman Curie y Mileva (en honor a dos grandes mujeres científicas) y los tres otros los he considerado machos nombrándolos Einstein, Bohr y Hawking. Los iba a llamar Ted, Robin, Marschall, Lily y Barney pero me parecieron demasiado vulgares.
Lo de comprar la pecera fue otra historia ya que donde compré a los "cientificfishies" (como los ha bautizado Dylan Strandy, un amigo americano de Yago) no les quedaban peceras así que me fui para casa, llené el fregadero de agua, los dejé en remojo y me fui en busca de una pecera. La encontré tres calles más abajo, en una pajarería de esas viejas que les quedan cosas casi prehistóricas. Volví y después de tantos años viviendo allí por primera vez me di cuenta de que el tapón del fregadero no hacía muy bien su función. Mileva y Einstein aun tocaban el agua pero los otros tres tenían las constantes vitales ya por los suelos. Llené la pecera con el chorro de agua al tope y los metí dentro. Les di comida que también había comprado en la tienda viejuna, los llevé al comedor y me los quedé mirando. En ese momento se decidieron los nombres. Mileva y Einstein habían sido los mas listos al situarse debajo de los otros y así, como un matrimonio, me dieron la idea. Después bauticé a Hawking. Por culpa de mi descuido se ha quedado con una aleta un poco torcida y nada de lado (también le pegaba el nombre de Nemo pero me dije a mi misma "¿como vas a presentar a tus peces como Mileva, Einstein y Nemo? Piensa un poco!). Bohr y Curie fueron del todo otorgados por pura aleatoriedad.

La historia de los peces sin el pan viene de lejos.
Últimamente no paso mucho tiempo con casi nadie, el trabajo me estresa. Carlos, Kiara, mis hermanas y pocos más son los que me ven el pelo de vez en cuando. A Yago hace cuatro días que no le veo y Ágatha y Adam se han ido de vacaciones.

El martes por la noche hablé con Yago por teléfono. Está pasando unos días en casa de su padre cerca del lago Como (como George Clooney a quien dicen no conocer, cosa que me extraña). Estuvimos hablando un buen rato y bien, entre una cosa y la otra le comenté lo de la soledad y eso. Sin pensárselo dos veces me contestó "¿quieres venir a vivir conmigo?".Yo no quiero ir a vivir con él. A penas nos conocemos y soy muy independiente como para vivir con alguien. Le respondí un rotundo "no" hasta con exclamación, sorpresa y un poco de susto. Sé que le decepcionó pero lo disimuló con un "bueno, no pasa nada, tiempo al tiempo. De momento puedes comprar alguna mascota, un gato o algo así". Acabamos de hablar de tonterías como el tiempo, algún partido de baloncesto o alguna película buena vista últimamente; nos dimos las buenas noches y colgué.

Estuve un rato pensándolo. Un gato no. Ya tuve uno cuando aún vivía con mamá. Shrödinger. Un gato negro que dormía en una caja. Aun descansa en paz en el jardín de la abuela de Ágatha con una plaquita muy mona que hizo su abuelo que ponía "el gato Shrödinger descansa en algún lugar de la incerteza". Muy cachondo su abuelo.

El caso es que me he decantado por los peces que también había tenido cuando era pequeña pero hace demasiado como para que guarde algún mal recuerdo.

2 comentarios:

marina dijo...

Nena!!! ets una crack!!!
No t'estressis tant i viu l'estiu que ja queda molt poc.

Molts petons!

Bluemey dijo...

Jojojojo com hem tirat de recursos via CBS aquí eh? XD

M'agrada molt com escrius (per tot el que porto llegit de tu ara mateix, no per l'entrada aquesta i prou).