20 de junio de 2008

Filosofía mundana (capítulo I)

1r viernes:

Me había propuesto escribir cada viernes y queda comprobado una vez más que no hay propósito que me proponga que cumpla empezando por las dos primeras entradas.

Ahora sí, ahora sí que empiezo de verdad.

¿Por qué cada viernes y no cada lunes o cada miércoles? Simplemente por el hecho de que los lunes mi humor presemanal no me permite sentarme frente un ordenador y hacer circular más de dos frases por mis dedos y aunque obligaciones mayores me conducen a sentarme frente a él, sé que no me voy a comunicar muy decentemente. Los miércoles son un buen dia, estan enmedio de la semana (laboral) y para alguien con propósitos de reflexión podría ser un día para plantearse escribir alguna cosa pero yo no, no tengo tiempo ni ganas de reflexiones mediocres con pinzeladas de autocrítica. Yo escribo porque me da la gana no porque tenga que reflexionar. Así que, los viernes aquí estan.


Querido viernes,

Hoy no eres el mejor para empezar pero bien, aquí estamos. Estoy oyendo música que ni siquiera escucho, escribo artículos sin fijarme en la noticia y no salgo. Curioso viernes noche, encerrada en casa iluminada por una bombilla halógena (se tiene que ahorrar en todo) que hace una luz cercana a una vela, la persiana bajada porque para ver como se divierten las vecinas cenando con dos nuevos amigos italianos o argentinos quizá que mucho me temo que alguno se quedará a dormir (o los dos), la cama sin hacer des de hace dos días, los cojines por el suelo (como mi ánimo), una taza de caldo en la mesa sobre una servilleta ya húmeda (estamos a 24ºC pero no había nada más fácil en los armarios para hacerme) y la cinta de un cassette colgando por la estantería que siempre me juro que esta noche la tiro pero no soy capaz.

Después de esta introducción y esta pequeña lamentación de quedarme en casa mientras todos mis conocidos estan de cena y luego van a comerse las calles de la ciudad (y algun que otro churro con chocolate a las 6 de la mañana) me dispongo a resumir mi día de hoy.

Aceptable finalizado con algun que otro altercado inapreciable, parece ser, al ojo humano pero sí muy vistoso para mi vista.

Ya está. Este a sido mi día. Quizá me bajo luego a comprarme churros y me los subo para tener algo que me haga compañía mientras miro la tele. Hoy se casa la Bea. ¿que Bea? Nose pero tiene que ser importante porque tele5 se está gastando un pastón anunciándola.

Quizá llamaré a mamá. No quiero morirme de asco sola y menos un viernes; como mínimo tendré alguien con quien despotricar los vestidos horteras de las invitadas a la boda, que planazo.

También podría esperar que algun príncipe azul tirara piedras a mi ventana y yo saltara a sus brazos y nos iríamos a ver mundo juntos pero el que se supone que tendría que ser mi príncpie lo he mandado un poco a la mierda (tema que trataré en otro momento) así que voy cerrando, regaré las plantas, pegaré un grito a las vecinas que empiezan a poner la música a niveles estratosféricos, llamaré a mamá y me iré a ver la famosa boda. Ojalá no se case nadie, así mi noche será aun más desastre.


Buenas noches y buena suerte (los que la quieran)

1 comentario:

Unknown dijo...

Penses i per tant existeixes, ara de debò.
Sí.